Reina de las Fiestas Patrias: Celebración de la cultura nacionalista y la mujer mexicana
La convocatoria, el proceso
Las fiestas patrias mexicanas inician en septiembre pero se puede sentir mucho antes el fervor de celebración, pues desde julio o agosto aparecen las convocatorias para ser la Reina de las Fiestas Patrias por todos los rincones del país. Un proceso largo de promoción, pasarelas, oratoria, fotos, venta de boletos, reuniones, ensayos, cambios de atuendo, socializar, exponer proyectos comunitarios o altruistas, imprevistos, sorpresas, cursos, entrevistas, todo un largo proceso, el cual va a culminar en septiembre con la presentación y coronación de la reina y las princesas que tendrán la oportunidad de portar una corona y adquirir vivencias que no podrían adquirir de otra manera y que seguramente recordaran por mucho tiempo.
Serán apoyadas por muchas personas de su comunidad quienes escucharán sus ideas de cómo ser una mejor sociedad, de cómo se podrían solucionar algunos problemas, de cómo representarían a su localidad fuera de ella en otros eventos. Es el momento en que deben demostrar que no sólo son bonitas sino que tienen también algo importante que aportar y que decir a la sociedad pues a partir de ahora serán escuchadas, tienen un público que no tenían antes, un estatus en la sociedad que no tenían antes, ya tienen su lugar y su plataforma para expresarse.
La gran noche, el gran día
El esfuerzo en ese largo proceso de semanas o meses previos va a culminar en el gran logro para las ganadoras, quienes tendrán su lugar especial en las celebraciones patrióticas, la gran noche del 15 de septiembre y el gran día del 16 de septiembre.
Serán presentadas ante la sociedad como las encargadas de promocionar la cultura y raíces del lugar que habitan, pues cada lugar presenta peculiaridades que se suman al enorme mosaico cultural de México.
Han formado parte de un proceso que divide por unos días a las poblaciones pues todos tienen a su favorita pero al final es un suceso que cohesiona, unifica, subraya el acervo de tradiciones de cada lugar. Debe darse su lugar a la reina. Se logra con este evento una convivencia sana, una canción popular nos recuerda que NO sería "--re chula-- la fiesta de mi pueblo", de todo el pueblo mexicano, pues su presencia es esencial en las festividades del grito de independencia, en todas las ciudades y pueblos de México son ellas quienes van a adornar y enaltecer las festividades. Así estas representantes además de ser portadoras de encanto femenino, presencia y belleza, tienen que poseer otras cualidades; seguridad en sí mismas, personalidad, comportamiento genuino, cultura, estudios, iniciativa, orgullo por el lugar que van a representar, cualidades que deberán demostrar ante el jurado y el gran público que va a estar atentos a ellas.
Largo reinado a las reinas
Su gran momento es cuando son coronadas, sin duda alguna, es el premio a su esfuerzo previo, el premio a su convicción por hacerse notar, pues mujeres bonitas puede haber muchas pero NO todas aceptan el reto al aparecer la convocatoria en su localidad, es una decisión complicada aceptar ese reto pero la recompensa ha valido la pena pues estarán en eventos, establecerán contactos, conocerán gente, y llegarán experiencias únicas que no llegarían de otra manera, serán el emblema de un lugar, muchas de ellas aportarán cosas importantes a la localidad que representan.
El honor no sólo es para un momento o para una sola noche, pues además finalizado el evento de celebración independentista serán las invitadas distinguidas a otros eventos durante todo el año, donde deberán hacer gala de su expresión verbal, su seguridad, su elegancia y su simpatía ante diversos públicos. Todo ello hasta que llegue el momento de ceder la distinción y la corona a las nuevas reinas.
En resumen; si nuestras fiestas no tuviesen Reina de las Fiestas Patrias, les faltaría el atractivo que las hace tradicionalmente mexicanas.
Escucha: Dueña del sábado
Escucha: Con las nubes nocturnas